![Henry Ramos](https://fbcdn-profile-a.akamaihd.net/hprofile-ak-xpa1/v/t1.0-1/p50x50/994444_10152686316272690_7773666327613278490_n.jpg?oh=ea781d5bc4e3e80d4277fa0486e32b91&oe=552618FC&__gda__=1428535520_97768decf7523fd4ed99f709dbeeab26) | Siete Dolores y Gozos a San José, Esposo de María. 1. Glorioso San José, Esposo purísimo de María Santísima, a la manera que fue grande la angustia y el dolor de tu corazón en la duda de abandonar a tu purísima Esposa, así fue inexplicable la alegría cuando te fue revelado por el Ángel mismo el misterio soberano de la redención. Por este dolor y por este gozo te rogamos que nos consueles en las angustias de nuestra última hora y nos concedas una muerte, después de haber vivido una vida semejante a la tuya en medio de Jesús y María. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 2. ¡Feliz Patriarca, glorioso San José, elegido por Dios, para cumplir los oficios de padre del Verbo Humanado!, Grande fue vuestro dolor al ver nacido a Jesús en tan extremada pobreza, el cual súbitamente se tronco en júbilo celestial al oír las angélicas armonías y contemplar el resplandor de tan luminosa noche. Por este dolor y por este gozo te suplicamos nos alcances la gracia de que, después de seguido a vuestro camino aquí en la tierra, podamos oír las armonías angelicales y gozar de la vista de la gloria celestial. Padre nuestro, Ave María y Gloria. 3. Glorioso San José, ¡ejecutor obediente de la ley de Dios!, La Sangre preciosa que en la circuncisión derramó nuestro Divino Redentor, te traspasó el corazón, pero el Nombre de Jesús, que le fue impuesto, lo lleno de consuelo. Por este dolor y por este gozo, te rogamos, que nos obtengas la gracia de que, quitando de nuestro corazón todo vicio de vida, tengamos la dicha de morir en el Santísimo Nombre de Jesús en los labios y el corazón. Padre nuestro, Ave María, Gloria. 4. ¡Fidelísimo San José, Que tan gran parte tuviste en los misterios de nuestra Redención! Qué gran dolor sentiste, al saber la profecía de Simeón, que Jesús y María estaban destinados a padecer, pero, este dolor se convirtió en gozo al saber que los padecimientos de Ambos habían de ser ocasión para la salvación de innumerables almas. Por este dolor y por este gozo, te rogamos que seamos del número de aquellos que, por los meritos de Jesús y María, han de resucitar gloriosamente. Padre nuestro Ave María y Gloria. 5. ¡Vigilantísimo San José, Custodio y familiar intimo del Hijo de Dios Altísimo y Encarnado!, Cuan grande fue el sufrimiento para alimentar y servir para alimentar al hijo de Dios, sobre todo en la huida al país de Egipto, otro tanto fue el gozo que recibiste al contento que sentiste por tener siempre en tu compañía al mismo Dios, y ver como caían los ídolos de los egipcios. Por este dolor y gozo te suplicamos, que nos alcances la gracia de que teniendo lejos de nosotros, al tirano infernal, mediante las huidas de las ocasiones, caiga de nuestro corazón todo ídolo del mundo y sus máximas y así ocupados nuestro cuerpos y pensamientos al servicio de Jesús y santa María, vivamos solamente por ellos y tengamos una muerte feliz. Padre nuestro, Ave María, Gloria. 6. ¡OH Ángel de la tierra!, Glorioso San José, que viste sujeto a tus instrucciones al Rey del Cielo. Si Fue turbada vuestra satisfacción al regresar de Egipto por miedo a Arquéalo, al ser asegurado por el Ángel, viviste tranquilo con Jesús y María Santísima en Nazareth. Por este dolor y por este gozo alcánzanos la gracia de vernos libres de temores nocivos, gozando de la Paz de conciencia y vivamos seguros con Ambos Jesús y María y muramos en su compañía. Padre nuestro, Ave María, Gloria. 7. ¡OH glorioso, San José, ejemplar de toda santidad!, Grande fue vuestro dolor al perder sin culpa a Jesús, debiendo buscarle con gran pena por espacio de tres días; pero mayor fue el gozo cuando al de ellos lo encontraste junto a los doctores en el Templo. Por este dolor y este gozo, te suplicamos nos alcances la gracia de no perder jamás a Jesús por el pecado mortal; mas si desgraciadamente lo perdiésemos que lo busquemos con profundo dolor para vivir Su amistad hasta con que tu logremos gozar de Él, en la gloria y cantar Allí Sus alabanzas y misericordias. Padre nuestro, Ave María y Gloria. Antífona: El mismo Jesús, tenia al comenzar como treinta años, y era tenido como hijo de José. P: Ruega por nosotros San José. R: Para que seamos dignos de Sus promesas. Oremos: OH Dios, que en Tu providencia te dignaste elegir a San José para esposo de la Inmaculada Virgen Madre, te pedimos, que nos concedas que honremos a Jesús y María y junto contigo como protectores nuestros en la tierra y gozar con ustedes en el Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén. Letanías a San José, Esposo de la Santísima Virgen María. • Señor, ten piedad de nosotros. • Cristo, ten piedad de nosotros. • Señor, ten piedad de nosotros. • Cristo, escúchanos. • Cristo óyenos. • Padre del Cielo, que Eres Dios. Ten piedad de nosotros. • Jesús, Redentor del mundo que Eres Dios, Ten piedad de nosotros. • Espíritu Santo, que Eres Dios, Ten piedad de nosotros. • Santísima Trinidad un solo Dios, Ten piedad de Nosotros. • Santa María, Ruega por nosotros. • San José, Ruega por nosotros. • Intacta tribu de David • Luz de los Patriarcas, • Esposo de la Inmaculada Madre, • Custodio de Vírgenes, • Suplidor del Hijo de Dios Altísimo, • Defensor de Ntro. Redentor, • Alma de las preces familiares, • José justísimo, • José castísimo, • José prudentísimo, • José fuertísimo, • José Obendentísimo, • José Fidelísimo, • Espejo de la paciencia, • Amante de la pobreza, • Trabajador ejemplar, • Custodio de vírgenes, • Gran Familiar, • Sostén de los pobres, • Patrón de los moribundos, • Terror de los demonios, • Protector de la Iglesia Católica, Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, Perdónanos Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, Escúchanos Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, Ten misericordia de Nosotros Señor. Ruega por Nosotros ¡Oh Glorioso, San José! Para que seamos Dignos de las promesas de tu adoptivo Hijo. Oremos. (Pausa). ¡Oh Dios!, que en tu inefable providencia escogiste a San José, como esposo de tu Inmaculada Madre Concédenos, que seamos protegidos por ti en la Tierra y gozar Contigo en el Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. |
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