ORATORIO SALESIANO "SAN JUAN BOSCO" DE BUCARAMANGA


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martes, 21 de julio de 2015

[Las Bodas del Cordero] Elías, el profeta más amado por todos. Muy...

        Henry Ramos 21 de julio a las 18:03   Elías, el profeta más amado por todos. Muy relacionado a la redención de Israel por medio del Mesías. Tanto así que estuvo en la transfiguración de Jesús ( Mateo 17:2-3 y Marcos 9:2-4 ). El mismo profeta que nos visita en el 'Seder' (lit. orden", el orden en que se observa el primer día de Pesach {Pascua}). A. La sequía. Elías apareció en Israel en uno de los momentos más cruciales. Cuando Israel estaba dividida en dos reinos: El reino de Judá y el reino de las Diez Tribus. En el trono de las Diez Tribus reinaba Acab (Ahab, hijo del rey Omri, reino del 740-720 BCE. Influenciado por su extremadamente perversa Zidomita (Sidonios) esposa Jezabel. Promovió la idolatría en su reinado y persiguió a los verdaderos profetas de Dios. Reconstruyo la ciudad de Jericó a pesar de la prohibición de Josué -1 Reyes 16:34-, por lo cual fue amonestado por el profeta Elías con una sequía de 3 años) durante su reinado la verdadera gobernadora era su esposa Jezabel, originalmente una princesa Fenicia que nunca dejo su estilo de vida pasada. Su influencia no era solamente sobre su marido, sino sobre todo el reino, y como resultado, la adoración a Baal, el dios de los Fenicios, se rego con gran fuerza, y fue la causa de muchos problemas que le cayeron a la Tierra de Israel. Un día el profeta Elías se encontró con Acab. Elías le advirtió a Acab de el castigo Divino que advendría a la tierra de este no abolir la idolatría y no hacer que el pueblo retornara al Dios de Israel ( 1 Reyes 17:1). A lo cual Acab le respondió diciendo que ya Moisés les había advertido de que la tierra no produciría fruto de ellos adorar otros dioses, pero que nada había pasado a pesar de ellos haber hecho así. Elías le dijo: 'Dios ha sido paciente contigo, pero tu pareces no entenderlo. Ahora veras que no solamente las palabras de Moisés se cumplirán, sino que las mías también. Te digo en el Nombre de Dios que desde hoy no habrá lluvia hasta el día que yo diga la palabra! ' Desde ese día comenzaron años de sequía y hambruna en la Tierra de Israel. La hambruna fue mas allá de las fronteras de la tierra, para que así no se pudiera comprar pan ni por su peso en oro. B. Los cuervos alimentaban a Elías. Ahora Dios le dijo a Elías que se fuera a un sitio desierto, al arroyo de Querit, cerca del Jordán. "Beberás del arroyo; y Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer" (1 Reyes 17:4). Dos veces al día, en la mañana y en la tarde, los cuervos le traían pan y carne de la mesa Real del rey de Judá. ¡Imagínense la sorpresa del rey cuando los cuervos tomaban de su mesa y se desaparecían con parte de su comida! Cuando esto se convirtió en una ocurrencia diaria el rey ordeno que se sirviera una porción especial de carne y pan la cual los cuervos nunca dejaron de tomar. Paso algún tiempo, y la Palabra de Dios vino a Elías ordenándole que fuera a la tierra de Sidón, donde una noble mujer viuda le proveería de comer (1 Reyes 17:9). Cuando Elías llego a la puerta de de Sarepta de Sidón, he aquí una mujer recogiendo leña. Y le dijo: ' te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba', también le pidió un bocado de pan. (Elías emulo a Eliezer, el criado de Abraham- Génesis 24- el cual fue a buscarle esposa a Isaac diciendo en el verso 14. " Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba"). A lo que ella contesto: Vive Yahvé tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir, (aquí la viuda declara una maldición de muerte sobre su hijo- Proverbios 18:21 nos dice " La muerte y la vida están en el poder de la lengua"). Elías le dijo " no tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; después harás para ti y para tu hijo. Porque Yahvé Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Yahvé haga llover sobre la faz de la tierra". Era una prueba que requería una gran fe, pero la buena mujer no vacilo ni un instante. Hizo tal y como el profeta le había ordenado, y he aquí la harina ni el aceite se acababan, y (verso 15) " comió él, y ella, y su casa, muchos días". Noten que comió toda su casa, no tan solo su hijo, y por ' muchos días'. La Palabra de Dios no especifica cuantos días, pero sabemos que la sequia duro 3 años. Antes de Elías partir, sucedió que el hijo de la viuda cayo muy enfermo hasta morir. Elías oro a Yahvé y el niño fue resucitado. Las Sagas nos dicen que este niño era el profeta Habacuc. C. Abdías (Obadiah). Entre tanto, Jezabel, la malvada reina, continuaba la persecución de los profetas de Yahvé y cualquiera que hablara en nombre del Dios de Israel era inmediatamente asesinado por orden de esta. Pero allí en su mismo palacio, había un hombre que ha gran riesgo de su propia vida, trato de salvar el remanente de los profetas de Israel. Su nombre era Abdías, que luego se convirtió en un famoso profeta. Abdías escondió a 100 profetas en dos cuevas secretas, manteniéndolos con pan y agua. El agua escaseaba más que el pan, pues no había llovido todavía. (Este Abdías es el difunto de la viuda de 2 Reyes 4. que tenía que entregar sus hijos por la deuda que incurrió Abdías en préstamo al agotar todo su dinero para mantener los profetas de Yahvé, al morir dejo esta deuda con su viuda y la ley de entonces era que si no había dinero tenía que dar sus hijos como esclavos). Jezabel, creía que había exterminado a todos los verdaderos profetas, y que solamente quedaba el profeta Elías. Envió sus oficiales a buscarlo por toda la tierra, mas no lo hallaron. Más cuando llego el tiempo del hacerse ver, lo hacía sin miedo alguno. Fue en el tercer año de la hambruna que Dios le ordeno a Elías presentarse ante el rey Acab. El rey ya había realizado que la hambruna era castigo de Dios, pero todavía seguía entre sí hacer el bien o hacer el mal. Fue Elías el que le hizo reconocer esta verdad para causarles retornar a Dios de todo corazón. Elías primero se le apareció a Abdías (1 Reyes 18:7) y le dijo que le llevara las nuevas de su venida al rey Acab, porque Elías no tenía miedo que Acab hiciera planes para su arresto. Acab recibió a Elías diciéndole " ¿eres tu el que turbas a Israel?". Elías le respondió a su cara, "Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Yahvé, y siguiendo los baales. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los 450 profetas Baal, y los 400 profetas de Asera, que comen en la mesa de Jezabel". D. Monte Carmelo. Ahora, Jezabel tenía 850 profetas de que disfrutaban de su protección y hospitalidad. Estos fueron reunidos en el monte Carmelo, junto a la gran multitud del pueblo Judío. El rey Acab también se encontraba allí siendo testigo de todo el proceso. Cuando todos se reunieron, Elías se dirigió al pueblo de Israel: " ¿Hasta cuando claudicaréis entre dos pensamientos? Si Yahvé es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra" (1 Reyes 18:21), Elías les decía: ¿hasta cuando estarán con dos opiniones? Ustedes adoran los ídolos, pero cuando están en problemas se vuelven a Yahvé. No puede haber dos verdades. ¿Si reconocen el poder de Yahvé, porque no se mantienen leales a Él? ¡Pero si creen en Baal, que sea Baal el que los ayude ahora! Nadie se atrevió a decir palabra en contra de Elías. Se volteo contra los 850 llamados profetas diciéndoles: ¡Miren! Solo yo he quedado profeta de Yahvé, mas de los profetas de Baal hay 450 hombres". Cuando de la verdad se trata, no es cuestión de que la mayoría decida. Dios mismo se los probara a ustedes. (Verso 23.) Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo preparare el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. (Verso 24) Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el Nombre de Yahvé; y el Dios que respondiere por medio del fuego, ese sea Dios. Y todo el pueblo respondía, diciendo: Bien dicho". Los bueyes eran gemelos, de idéntico tamaño y apariencia. Se hecho suerte para escoger los bueyes, y Elías tomo el suyo. A medida que él se retiraba con el buey, los profetas de Baal trataban de hacer que su buey caminara, pero este se resistía. Elías se le acerco al buey diciéndole: 'Ve con ellos para que no tengan excusa. Porque así como tu hermano traerá santificación al Nombre de Dios, tu también traerás falsedad a Baal', fue entonces que el buey camino con los profetas de Baal. Los profetas de Baal sacrificaron el buey y lo ofrecieron a Baal como sacrificio. Rezaban por fuego desde la mañana hasta la tarde; pero por supuesto, no ocurrió nada. Entonces Elías se burlaba diciéndoles; 'Griten más alto, quizás su dios está en una conversación importante, o quizás haya salido de viaje. ¿Oh será que está dormido? ¡Griten y quizás lo despierten! 'Los falsos profetas gritaban clamando a alta voz, brincaban en el altar, se cortaban la piel hasta sangrar. Pero no pasaba nada, y estos se rindieron cansados. E. El Señor es Dios. Entonces Elías llamo al pueblo a acercarse para que le viesen mejor. Tomo doce piedras, una para cada una de las tribus de Israel, e hizo un altar, y lo lleno de agua. Hecho agua sobre el sacrificio y sobre la leña, hasta que el agua se desbordo. Entonces hizo una corta oración: "Yahvé Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que Tú eres Dios en Israel, y que yo soy Tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Yahvé, respóndeme, para que conozca este pueblo que Tú, oh Yahvé, eres Dios, y que Tú vuelves a Ti el corazón de ellos", y acabando Elías de terminar la oración, ¡Dios envió fuego del cielo que consumió todo el sacrificio, la leña, las piedras, la tierra debajo y toda el agua de la zanja! Todo el pueblo cayó postrado con la cara al suelo clamando ' Yahvé Es El Dios, ¡Yahvé Es El Dios! 'Matando así a los falsos profetas. Inmediatamente apareció una pequeña nube en el cielo, el tamaño de la mano de un hombre. Creció muy rápidamente, y minutos más tarde el cielo se torno negro con nubes de agua. La tan esperada lluvia caía en torrentes. Al pasar de los años, hemos proclamado esta verdad, de que hay Un Solo verdadero Dios, Todopoderoso Creador y Rey del universo. Todos los años, al concluir el servicio de Yom Kippur, proclamamos las palabras " Yahvé Es El Dios' siete veces. Y ahora más que nunca debemos realizar esta verdad y poner nuestra confianza en nuestro Dios. Él le respondió a Elías en el monte Carmelo y de seguro nos responderá a nosotros, porque Es El mismo, ayer, hoy, y siempre. Antes de que nuestro Redentor El Mesías regrese, Elías aparecerá en la montaña de nuestra Tierra Santa, con las buenas nuevas de Su regreso.       Me gusta     Comentar    
   
 
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21 de julio a las 18:03
 
Elías, el profeta más amado por todos. Muy relacionado a la redención de Israel por medio del Mesías. Tanto así que estuvo en la transfiguración de Jesús ( Mateo 17:2-3 y Marcos 9:2-4 ). El mismo profeta que nos visita en el 'Seder' (lit. orden", el orden en que se observa el primer día de Pesach {Pascua}).

A. La sequía. Elías apareció en Israel en uno de los momentos más cruciales. Cuando Israel estaba dividida en dos reinos: El reino de Judá y el reino de las Diez Tribus. En el trono de las Diez Tribus reinaba Acab (Ahab, hijo del rey Omri, reino del 740-720 BCE. Influenciado por su extremadamente perversa Zidomita (Sidonios) esposa Jezabel. Promovió la idolatría en su reinado y persiguió a los verdaderos profetas de Dios. Reconstruyo la ciudad de Jericó a pesar de la prohibición de Josué -1 Reyes 16:34-, por lo cual fue amonestado por el profeta Elías con una sequía de 3 años) durante su reinado la verdadera gobernadora era su esposa Jezabel, originalmente una princesa Fenicia que nunca dejo su estilo de vida pasada. Su influencia no era solamente sobre su marido, sino sobre todo el reino, y como resultado, la adoración a Baal, el dios de los Fenicios, se rego con gran fuerza, y fue la causa de muchos problemas que le cayeron a la Tierra de Israel.

Un día el profeta Elías se encontró con Acab. Elías le advirtió a Acab de el castigo Divino que advendría a la tierra de este no abolir la idolatría y no hacer que el pueblo retornara al Dios de Israel ( 1 Reyes 17:1). A lo cual Acab le respondió diciendo que ya Moisés les había advertido de que la tierra no produciría fruto de ellos adorar otros dioses, pero que nada había pasado a pesar de ellos haber hecho así. Elías le dijo: 'Dios ha sido paciente contigo, pero tu pareces no entenderlo. Ahora veras que no solamente las palabras de Moisés se cumplirán, sino que las mías también. Te digo en el Nombre de Dios que desde hoy no habrá lluvia hasta el día que yo diga la palabra! ' Desde ese día comenzaron años de sequía y hambruna en la Tierra de Israel. La hambruna fue mas allá de las fronteras de la tierra, para que así no se pudiera comprar pan ni por su peso en oro.

B. Los cuervos alimentaban a Elías. Ahora Dios le dijo a Elías que se fuera a un sitio desierto, al arroyo de Querit, cerca del Jordán. "Beberás del arroyo; y Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer" (1 Reyes 17:4). Dos veces al día, en la mañana y en la tarde, los cuervos le traían pan y carne de la mesa Real del rey de Judá. ¡Imagínense la sorpresa del rey cuando los cuervos tomaban de su mesa y se desaparecían con parte de su comida! Cuando esto se convirtió en una ocurrencia diaria el rey ordeno que se sirviera una porción especial de carne y pan la cual los cuervos nunca dejaron de tomar. Paso algún tiempo, y la Palabra de Dios vino a Elías ordenándole que fuera a la tierra de Sidón, donde una noble mujer viuda le proveería de comer (1 Reyes 17:9). Cuando Elías llego a la puerta de de Sarepta de Sidón, he aquí una mujer recogiendo leña. Y le dijo: ' te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba', también le pidió un bocado de pan. (Elías emulo a Eliezer, el criado de Abraham- Génesis 24- el cual fue a buscarle esposa a Isaac diciendo en el verso 14. " Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba"). A lo que ella contesto: Vive Yahvé tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir, (aquí la viuda declara una maldición de muerte sobre su hijo- Proverbios 18:21 nos dice " La muerte y la vida están en el poder de la lengua"). Elías le dijo " no tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mi primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; después harás para ti y para tu hijo. Porque Yahvé Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Yahvé haga llover sobre la faz de la tierra". Era una prueba que requería una gran fe, pero la buena mujer no vacilo ni un instante. Hizo tal y como el profeta le había ordenado, y he aquí la harina ni el aceite se acababan, y (verso 15) " comió él, y ella, y su casa, muchos días". Noten que comió toda su casa, no tan solo su hijo, y por ' muchos días'. La Palabra de Dios no especifica cuantos días, pero sabemos que la sequia duro 3 años. Antes de Elías partir, sucedió que el hijo de la viuda cayo muy enfermo hasta morir. Elías oro a Yahvé y el niño fue resucitado. Las Sagas nos dicen que este niño era el profeta Habacuc.

C. Abdías (Obadiah). Entre tanto, Jezabel, la malvada reina, continuaba la persecución de los profetas de Yahvé y cualquiera que hablara en nombre del Dios de Israel era inmediatamente asesinado por orden de esta. Pero allí en su mismo palacio, había un hombre que ha gran riesgo de su propia vida, trato de salvar el remanente de los profetas de Israel. Su nombre era Abdías, que luego se convirtió en un famoso profeta. Abdías escondió a 100 profetas en dos cuevas secretas, manteniéndolos con pan y agua. El agua escaseaba más que el pan, pues no había llovido todavía. (Este Abdías es el difunto de la viuda de 2 Reyes 4. que tenía que entregar sus hijos por la deuda que incurrió Abdías en préstamo al agotar todo su dinero para mantener los profetas de Yahvé, al morir dejo esta deuda con su viuda y la ley de entonces era que si no había dinero tenía que dar sus hijos como esclavos). Jezabel, creía que había exterminado a todos los verdaderos profetas, y que solamente quedaba el profeta Elías. Envió sus oficiales a buscarlo por toda la tierra, mas no lo hallaron. Más cuando llego el tiempo del hacerse ver, lo hacía sin miedo alguno. Fue en el tercer año de la hambruna que Dios le ordeno a Elías presentarse ante el rey Acab. El rey ya había realizado que la hambruna era castigo de Dios, pero todavía seguía entre sí hacer el bien o hacer el mal. Fue Elías el que le hizo reconocer esta verdad para causarles retornar a Dios de todo corazón. Elías primero se le apareció a Abdías (1 Reyes 18:7) y le dijo que le llevara las nuevas de su venida al rey Acab, porque Elías no tenía miedo que Acab hiciera planes para su arresto. Acab recibió a Elías diciéndole " ¿eres tu el que turbas a Israel?". Elías le respondió a su cara, "Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Yahvé, y siguiendo los baales. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los 450 profetas Baal, y los 400 profetas de Asera, que comen en la mesa de Jezabel".

D. Monte Carmelo. Ahora, Jezabel tenía 850 profetas de que disfrutaban de su protección y hospitalidad. Estos fueron reunidos en el monte Carmelo, junto a la gran multitud del pueblo Judío. El rey Acab también se encontraba allí siendo testigo de todo el proceso. Cuando todos se reunieron, Elías se dirigió al pueblo de Israel: " ¿Hasta cuando claudicaréis entre dos pensamientos? Si Yahvé es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra" (1 Reyes 18:21), Elías les decía: ¿hasta cuando estarán con dos opiniones? Ustedes adoran los ídolos, pero cuando están en problemas se vuelven a Yahvé. No puede haber dos verdades. ¿Si reconocen el poder de Yahvé, porque no se mantienen leales a Él? ¡Pero si creen en Baal, que sea Baal el que los ayude ahora! Nadie se atrevió a decir palabra en contra de Elías. Se volteo contra los 850 llamados profetas diciéndoles: ¡Miren! Solo yo he quedado profeta de Yahvé, mas de los profetas de Baal hay 450 hombres". Cuando de la verdad se trata, no es cuestión de que la mayoría decida. Dios mismo se los probara a ustedes. (Verso 23.) Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo preparare el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. (Verso 24) Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el Nombre de Yahvé; y el Dios que respondiere por medio del fuego, ese sea Dios. Y todo el pueblo respondía, diciendo: Bien dicho". Los bueyes eran gemelos, de idéntico tamaño y apariencia. Se hecho suerte para escoger los bueyes, y Elías tomo el suyo. A medida que él se retiraba con el buey, los profetas de Baal trataban de hacer que su buey caminara, pero este se resistía. Elías se le acerco al buey diciéndole: 'Ve con ellos para que no tengan excusa. Porque así como tu hermano traerá santificación al Nombre de Dios, tu también traerás falsedad a Baal', fue entonces que el buey camino con los profetas de Baal. Los profetas de Baal sacrificaron el buey y lo ofrecieron a Baal como sacrificio. Rezaban por fuego desde la mañana hasta la tarde; pero por supuesto, no ocurrió nada. Entonces Elías se burlaba diciéndoles; 'Griten más alto, quizás su dios está en una conversación importante, o quizás haya salido de viaje. ¿Oh será que está dormido? ¡Griten y quizás lo despierten! 'Los falsos profetas gritaban clamando a alta voz, brincaban en el altar, se cortaban la piel hasta sangrar. Pero no pasaba nada, y estos se rindieron cansados.

E. El Señor es Dios. Entonces Elías llamo al pueblo a acercarse para que le viesen mejor. Tomo doce piedras, una para cada una de las tribus de Israel, e hizo un altar, y lo lleno de agua. Hecho agua sobre el sacrificio y sobre la leña, hasta que el agua se desbordo. Entonces hizo una corta oración: "Yahvé Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que Tú eres Dios en Israel, y que yo soy Tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Yahvé, respóndeme, para que conozca este pueblo que Tú, oh Yahvé, eres Dios, y que Tú vuelves a Ti el corazón de ellos", y acabando Elías de terminar la oración, ¡Dios envió fuego del cielo que consumió todo el sacrificio, la leña, las piedras, la tierra debajo y toda el agua de la zanja! Todo el pueblo cayó postrado con la cara al suelo clamando ' Yahvé Es El Dios, ¡Yahvé Es El Dios! 'Matando así a los falsos profetas. Inmediatamente apareció una pequeña nube en el cielo, el tamaño de la mano de un hombre. Creció muy rápidamente, y minutos más tarde el cielo se torno negro con nubes de agua. La tan esperada lluvia caía en torrentes. Al pasar de los años, hemos proclamado esta verdad, de que hay Un Solo verdadero Dios, Todopoderoso Creador y Rey del universo. Todos los años, al concluir el servicio de Yom Kippur, proclamamos las palabras " Yahvé Es El Dios' siete veces. Y ahora más que nunca debemos realizar esta verdad y poner nuestra confianza en nuestro Dios. Él le respondió a Elías en el monte Carmelo y de seguro nos responderá a nosotros, porque Es El mismo, ayer, hoy, y siempre. Antes de que nuestro Redentor El Mesías regrese, Elías aparecerá en la montaña de nuestra Tierra Santa, con las buenas nuevas de Su regreso.
 
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